Causas del desgaste dental
Aunque el desgaste dental es habitual con el paso de los años, sus causas pueden ser muy variadas, como procesos mecánicos anormales o consumo de sustancias abrasivas.
Con la intención de realizar el tratamiento más adecuado para cada caso, será necesario un estudio previo para determinar el origen real que ha provocado la aceleración del desgaste dental en etapas más tempranas.
Una buena prevención conseguirá que el problema no se acentúe con mayor rapidez. Te dejamos algunos factores que pueden producir desgaste en las piezas dentales.
Dieta desequilibrada
El consumo habitual de ácidos presentes en algunas comidas o bebidas pueden producir erosión en las piezas dentales.
En el último siglo, se han modificado los hábitos alimenticios por parte de niños, adolescentes y adultos, con un consumo elevado de bebidas como refrescos o zumos y de productos transformados. Al consumirlo de forma diaria, la superficie de los dientes se va ablandando, permitiendo que el esmalte se desgaste de forma lenta.
Factores de la dieta que producen desgaste dental:
Excesiva práctica de deporte intensivo
A pesar de que la práctica deportiva habitual es beneficiosa, existen determinados factores que incrementan el riesgo de padecer desgaste dental.
La respiración a través de nuestra boca, por ejemplo, puede afectar directamente a la pérdida excesiva de saliva y deteriorar la protección de la salud bucodental.
Por otro lado, la ingesta de bebidas deportivas durante el ejercicio físico, y la realización de deportes en aguas con una cloración excesiva, pueden también incrementar la posibilidad del desgaste.
Factores de la práctica deportiva que favorecen el desgaste dental:
Vida estresante
El estrés no solo afecta a la salud general, sino que también puede afectar a la salud bucodental en forma de desgaste dental.
El estado de cansancio mental diario provocado por el rendimiento al que estamos acostumbrados, afecta a los dientes reduciendo su tamaño, ocasionando incluso fracturas y grietas en las piezas dentales.
Aunque uno de los síntomas más conocidos que relacionan el estrés y el desgaste es el hábito de rechinar los dientes, existen otros factores que pueden producir un cambio en la superficie de las piezas dentales.
Factores diarios que afectan al desgaste dental:
Malos hábitos de higiene oral
Mantener una correcta higiene oral diaria es una de las principales medidas preventivas que se pueden seguir para evitar el desgaste dental.
Sin embargo, cepillarse los dientes en exceso, tanto en número de veces como en relación a la fuerza aplicada, puede afectar a las piezas dentales de forma grave.
El cepillado debe ser suave y con movimientos circulares ya que, aun así, se eliminarán bacterias y restos de comida. Además, el material de este tipo de instrumentos debe ser el más idóneo para cada persona. Elegir el cepillo ideal depende de factores como la dureza de las cerdas, el tamaño o la sensibilidad dental de cada uno. El dentista será el que mejor pueda orientarte para ello.
Factores relacionados con los malos hábitos que afectan al desgaste dental:
Calidad del sueño
El insomnio se asocia con dolores de cabeza, dificultad para la concentración, o depresión, entre otros. Además, el bruxismo y el desgaste dental están intrínsicamente relacionados con los trastornos del sueño.
La presencia del desgaste dental puede indicar que la persona que lo padece puede apretar o rechinar los dientes de forma inconsciente. Así mismo, las dolencias de la articulación témporo-mandibular (ATM) son casi siempre un reflejo de sobrecarga y parafunciones orales.
La figura del dentista puede mejorar la calidad de vida a través del tratamiento del bruxismo, desgaste dental y síndromes de apneas e hipoapneas del sueño.
Factores del sueño relacionados con el desgaste dental
Condiciones médicas
Existen otros signos y síntomas relacionados con dolencias, enfermedades crónicas o tratamientos médicos, que también pueden tener relación con el desgaste dental.
Factores médicos que pueden afectar al desgaste dental:
La saliva y el desgaste dental
La principal función de la saliva es colaborar en la masticación y deglución de la comida que ingerimos, pero, además, actúa como protección de los dientes, arrastrando las bacterias y eliminando los microorganismos presentes en la boca.
La acumulación de diversos factores como los mencionados anteriormente, pueden dar lugar a una hipo salivación o, lo que es lo mismo, una reducción de la tasa de flujo salival, con lo que la saliva perdería el efecto de salvaguardar las piezas dentales e incrementaría el exceso de acidez en la boca.
El ácido en la cavidad oral, contribuye a que el esmalte de los dientes se desgaste, exponiendo de primeras la dentina, el tejido más próximo que se sitúa debajo de él. Estos ácidos pueden provenir de alimentos que ingerimos u originarse en nuestro propio sistema digestivo dependiendo de varios factores.